¡Hola! ¿Qué tal vuestras vacaciones? Espero que hayáis descansado tanto como yo! Ahora, vuelta a la rutina, pero con más energía.
Estamos a las puertas de arrancar la famosa operación biquini. Llegan las temperaturas altas, nos despojamos de la ropa, las carnes se quedan al aire libre y aumenta nuestra preocupación y ganas por tener un cuerpo perfecto.
Estamos a las puertas de arrancar la famosa operación biquini. Llegan las temperaturas altas, nos despojamos de la ropa, las carnes se quedan al aire libre y aumenta nuestra preocupación y ganas por tener un cuerpo perfecto.
Muchas de nosotras empezamos con las dietas, las
contenciones, la obsesión por comer más sano… y al final terminamos dejándolo
bien porque nos cansamos de ver lentitud en los resultados, bien porque al
final nos disfrutamos de la comida y esta termina convirtiéndose en una cárcel
para nosotras.
He estado leyendo a Natàlia Calvet, nutricionista,
coach y experta en hábitos saludables para mujeres profesionales, y me ha
gustado mucho su perspectiva y consejos, basados en adquirir la costumbre de
comer bien y sano más que en una superdieta que te convierte en sílfide en
cuestión de días.
Natàlia nos alerta, por ejemplo, de que debemos dejar de
comer el 80% de los productos comestibles que se venden en el supermercado
porque son alimentos ultraprocesados que perjudican la salud.
Señala que los productos ultraprocesados, con un exceso de
azúcar, harinas refinadas, grasas de mala calidad y sal, están relacionadas con
un aumento del riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2, las enfermedades
cardiovasculares, algunos tipos de cáncer… Y entre estos productos a no mirar la nutricionista nos destaca: bollería, cereales de desayuno, refrescos, zumos, lácteos azucarados, snacks
de todo tipo, pan, pasta, mermeladas, salsas, platos preparados… entre otros.
Por otro lado, la coach nos recomienda que para llevar una
vida saludable es imprescindible estar bien organizad@. No se puede hacer de
ninguna otra manera por lo que no queda más remedio que dedicar tiempo y
energía para comer bien, hacer ejercicio, descansar lo que necesitas y saber
gestionar tus emociones. Y esto implica:
- Saber comprar bien para tener los ingredientes que necesitamos para todas las comidas
- Planificar los menús para saber qué tenemos que comer y no estresarnos todo el día con esto pendiente en nuestra cabeza
- Cocinar y preparar cada una de las comidas
Conclusión: comer rico, ligero y sano es posible y es más
sencillo de lo que nos pensamos. Lo bueno es que si no nos vemos capaces de
lograrlo, siempre podemos recurrir a los consejos expertos de una nutricionista.
¡Hasta el miércoles!
Imagen superior vía Best Health Magazine