¡Hola! Hace un tiempo, estaba ojeando un número antiguo de la
revista Glamour cuando me encontré con un artículo: 14 cosas que soñaste tener... hasta que las tuviste.
En el número 9 ponía: Soñaste
con tener un blog. Ya tienes el tuyo, pero ahora tienes que encontrar un tema divertido
y original todos los días porque no te sucede nada especial que contar.
Di un respingo y eché una mirada sospechosa a mi alrededor
por miedo a que me vieran. El punto 9 ¡soy yo! Se me van los días enteros sin
que me pase nada interesante.
En el amor: Mi marido es adorable. Me compra hasta verdura. Eso
sí, junto con una compra de helados Häagen Dazs, castañas, chips, pizza…
Con los amigos: Mis amigos más cercanos conocen mi blog e
incluso en ocasiones me han dicho nunca hablas
de mí o ¿tenías en mente a alguien
cuando hablabas de mujeres con mucho pecho?
En vacaciones: Pues sí, incluso en vacaciones últimamente no
me sucede nada. Como sin parar, ando mucho, compro cosas de comer y caprichos…
será porque ya no arriesgamos.
Con la moda: Como estoy completamente arruinada, estoy
esperando el Black Friday como agua de mayo. Pero, seamos sinceras: No son unas
rebajas tan divertidas. Si me encuentro con algo interesante lo compro, pero no
me gasto tanto como puede ser enero. Y en las rebajas de enero o de verano, al
final si quedo con una amiga, nos cansamos enseguida y nos vamos a tomar un vermut con pistachos.
Mis kilos de más: Puede que hayáis notado este tema
subyacente porque me tengo impuesto mantener este blog con una línea
irreprochable, presumiendo de que no importa la edad ni los kilos para ir a la
moda y tener estilo. Pero, soy sincera. Tengo un problema de peso, si bien, me
niego a escribir de ello.
Conclusión. Mi credo es que si no tienes nada que decir, mejor
cállate. Observa y mantén un régimen de entradas para el blog. Asumo totalmente
mi falta de tiempo, mi falta de inspiración, mi falta de esbeltez, y aquí paro.
¡Hasta mañana!