¡Hola! Estaba ya tardando en analizar el estilo
inconfundible de esta icónica mujer, la más poderosa e influyente de la
industria de la moda.
Con 68 años, Anna Wintour sigue siendo editora jefa de la
edición estadounidense de la revista Vogue y su persona inspiró el personaje
antagónico de la película El diablo se viste de Prada. ¡Cómo no he analizado
antes su estilo! No tengo nombre…
Pero bueno, aquí está porque tiene una personalidad
inconfundible. Su corte bob con flequillo y peinado redondeado es su seña de
identidad, seguido de unas oscuras gafas panorámicas.
Sabe bien lo que la favorece y de esa línea no se sale ni un
ápice. Es fiel seguidora de las sandalias de Manolo Blahnik, aunque ahora
también la podemos ver con unas botas de caña alta arrugadas y tacón cuadrado.
Y podría decirse que sus abrigos son todos iguales pues están todos cortados
por el mismo patrón con una largura que baja ligeramente de la altura de la
rodilla.
Su color fetiche es el beige pero arriesga con los
estampados de vivos colores y casi siempre en vestidos de corte midi.
Su gran aliado es Chanel con vestidos, faldas o chaquetas
tweed; y por increíble que parezca no sigue las grandes tendencias que ella
misma marca desde la revista Vogue. Es impertérrita ante su estilo clásico.
Y todo ello acompañado siempre de sus omnipresentes
collares, que lleva tanto de día como de noche, y la mayoría de gargantilla y cristal.
¡Hasta mañana!