
¡Hola! Lo primero de todo pediros disculpas porque la semana
pasada tuve unos problemillas técnicos y el blog no funcionó como debía. Pero,
ya está solucionado y arrancamos la semana con mucha energía.
Hoy os voy a contar una anécdota que me pasó el otro día.
Estuve hablando con una vecina, que a través de otra persona que tenemos en
común, descubrió mi blog. No es que En Casa de Oly sea un secreto pero tampoco
lo voy anunciando a bombo y platillo entre mis amistades y conocidos. Puede ser
pudor o simplemente mi espacio personal de desahogo.
El caso es que hablando con ella me sentía un poco molesta
porque además empezó a criticar como si estuviéramos en el negocio de la tele: “Oye
Lola, el post del otro día fue un poco aburrido, y el anterior, muy predecible”.
Crispada le intenté decir amablemente que en lugar de
parasitar y comentar el trabajo de los demás, se abriera ella misma un blog y
contara lo que quisiera. Cuál fue mi sorpresa cuando me contestó que ¡ya tenía
un blog! En Tumblr.
Cuando llegué a casa lo primero que hice fue encender el
ordenador y curiosear. En su página, con un diseño cuasi soviético, descubro
que tiene 511 seguidores, incluyendo ciertas personalidades que no voy a
desvelar por respeto... Me siento entonces en un mundo paralelo cuando además
veo ¡si a esta persona la conozco y también tiene un blog! Es la amiga de una
amiga de Fuengirola. Su página es un poco más ordenada si bien en su foto de
perfil parece una estrella de Hollywood. ¿Cuántos seguidores tiene? 288. ¡No
puedo parar de cotillear! Uf, apesto.
¿Qué estoy haciendo? Pero, no lo puedo evitar y voy directa
a sus comentarios. Son personas que le dicen gracias por su amabilidad como informantes,
y también que le envían muchos agradecimientos e invitaciones varias.
Sigo mirando en sus listas de seguidores y ¡sigo conociendo
a gente! Amigos, sobre todo.
Descaradamente no soy la única con un blog y con ganas de
hablar. Estúpidamente me sentía única.
Bueno, tengo que admitir que estoy en la onda y comparto afición,
si bien estas personas conocidas no tienen miedo a mostrarse en fotografías
pues todas lucen guays, modernas y parece que siempre hacen cosas increíbles y se
divierten mucho. Me dan ganas de publicarles un comentario un tanto abrasivo.
Menos mal que había que registrarse para hacerlo y eso me ha quitado las ganas.
Conclusión: TODAS las personas que tienen un blog no pueden
ser estúpidas, aunque muchas lo parezcan. La blogosfera es agradable, impredecible
y lo más importante, ¡te desahoga!
¡Hasta mañana!
Imagen superior Ilustración de Emily Brickel "Fiesta de verano
cisne" vía Etsy (22,16€)