¡Hola! Recientemente hemos renovado y reordenado nuestros
armarios, lo que ha estimulado la llegada a los confines de nuestra historia
como marido y mujer. Seguramente a más de una le habrá pasado, cuando intentas
tirar cosas inservibles, y en el caso de la ropa, que ya no te pones pero que
no te quieres deshacer de ellas por un motivo sentimental.
Bien, pues eso es precisamente lo que ha ocurrido en mi casa
con nuestro intento conjunto de “erradicar la ropa que ya no te pones”, sobre
todo, camisetas. Creo que entre los dos, podríamos estar poniéndonos una
camiseta diferente todos los días sin repetir. Ya sabéis, esas camisetas de
promoción gratuita, esas que te están pequeñas pero confías en adelgazar para
lucirlas de nuevo, las que te regaló alguien en algún cumpleaños épico,
camisetas de despedida de solteros, de bares y discotecas… En fin, lo que
podríamos llamar “basura sentimentaloide”, y que nos resistimos a tirar más por
los recuerdos que encierran que por su utilidad.
Existen muchos consejos sobre cómo manejar este desorden
sentimental, siendo el más famoso el método Marie Kondo. Haz fotos y
digitalízalo. Recluta a un amigo para poder verlo en perspectiva... todo un
mundo de sugerencias que siempre llegan a la misma conclusión: deshazte de eso.
Bien, pues estando en esta tesitura me he encontrado con
este artículo de The Minimalists,
donde explican su gran estrategia para hacer este adiós un poco más fácil.
Lo primero que sugieren es un despiadado "¡purga
todo!" pues señalan que esta actitud es una forma de alcanzar el éxito:
La primera opción es dar un Paso de Gigante, y tirarse de lleno a la piscina: deshazte de todo, tira todo tu material, déjalo ir.
Pero, si esta fórmula no encaja contigo ofrecen un segundo
camino un poco más factible:
La segunda opción es dar Pequeños Pasos, algo que funciona porque te ayuda a tomar impulso llevando a cabo pequeñas acciones que irán en aumento. ¿De qué objeto sentimental puedes deshacerte hoy de lo que has querido librarte por un tiempo? Empieza por ahí. Después, elije algunas cosas cada día, aumentando gradualmente estos esfuerzos a medida que te sientas más cómodo.
Y terminan con un gran consejo: nunca abandones la escena de
una buena idea sin tomar medidas.
Nosotros hemos intentado seguir estos consejos y la realidad
es que hemos conseguido tirar muchas cosas y separar la ropa sentimental de la
que realmente nos ponemos; sin embargo, los sentimientos yacen apilados, de
momento, en un bolso de viaje en la parte alta del armario.
¡Hasta mañana!
Imagen superior vía HGTV.com